diumenge, 5 de setembre del 2010

Bojan será el primer catalán en lucir el número nueve desde que los dorsales son fijos


En su cuarta temporada en el primer equipo, a sus 20 años recién cumplidos, Bojan Krkic acepta el reto. Por primera vez en los últimos 15 años, desde que se institucionalizaron los dorsales fijos, un futbolista de La Masia lucirá el emblemático número nueve, el que identifica tradicionalmente a los cotizados goleadores. "En todos los equipos, y en el Barça todavía más, al nueve siempre se le mira con lupa, la gente siempre espera mucho de él", avisa Paco Clos, que llevó el dorsal en los ochenta y ve a al joven de Linyola como un digno sucesor de grandes iconos del barcelonismo. "Este año puede ser el año Bojan, es un jugador que puede dar muchas alegrías al barcelonismo. Tiene gol, regate y velocidad, quizá solo le falte un poquito de altura", predice Clos, que en su época hizo de los centímetros y la potencia armas de perforación de las porterías rivales.



Titular en el primer encuentro oficial del curso, en la Supercopa en Sevilla, y con minutos en el primer partido de Liga, todavía con el dorsal once, Bojan recobrará el nueve que honró con centenares de goles en las categorías inferiores el próximo sábado frente al Hércules. El dorsal lo dejó huérfano Ibrahimovic al marcharse al Milan, y Villa ha querido seguir siendo fiel al siete. Anteriormente se lo habían adjudicado genios del gol como Eto'o (2004-09), Kluivert (1999- 2004) y efímeros como Sonny Anderson (1997-99), Ronaldo (1996-97) o Kodro (1995-96). Jordi Cruyff es, hasta ahora, el último jugador del vivero azulgrana que ha defendido el número del goleador.

"Normalmente el que ha jugado desde pequeño como delantero centro titular ha llevado el nueve", señala Clos. Bojan lo llevó desde que ingresó en la cantera del Barça a los 8 años y en las categorías inferiores de la selección española. Con él se adjudicó un campeonato de Europa y un subcampeonato del mundo sub-17. Pero en el Barcelona perdió su número talismán al ascender al primer equipo, donde exhibió el 27 en su primera temporada y el 11 en las dos siguientes. Se impuso la jerarquía de Eto'o e Ibra, pero ahora el joven vuelve a los orígenes. Aunque pueda parecer algo secundario, el delantero concede al hecho un extraordinario valor simbólico.
"Para mí es un sueño hecho realidad, siempre he llevado el mismo número en la cantera pero hacerlo en el primer equipo es algo increíble", manifestó
Es una especie de premio a la perseverancia de un jugador cuyo éxito prematuro le ha obligado a vivir a la sombra de algunas de las estrellas del área más cotizadas del planeta, peleando por un puesto reservado a onerosos fichajes extranjeros, eludiendo las cesiones para labrarse un futuro en el equipo de su vida. Pero la actual plantilla azulgrana es la que acumula menos extranjeros desde que se promulgó la denominada ley Bosman (libre circulación de futbolistas en los países de la UE) en diciembre de 1995.

Bojan quiere responder a la simbólica confianza del club:
"No siento ninguna presión –dijo– sino todo lo contrario, es una gran ilusión y, sobre todo, una gran motivación recuperar el número de toda mi vida. Espero llevarlo con orgullo porque soy muy consciente de lo que significa en un club como el Barça en el que tantos grandes jugadores lo han llevado, como Ronaldo, Amor o Laudrup".

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